jueves, 15 de abril de 2010


La historia de la música soul cambió para siempre en 1956 cuando una niñita de 14 años destacó entre el coro interpretando "Precious Lord" ante 4500 personas de una reunión religiosa en Detroit. Lo que siguió desde aquí hasta la leyenda de "Lady Soul" no es poco: más de 12 millones de singles vendidos, 20 números uno en listas de ritm'n'blues, portadas en Time, un sitio en el Rock and Roll Hall of Fame, 15 Grammys (incluido uno por toda su trayectoria musical en 1995) y hasta un papel entre John Belushi y Dan Aykroyd en la estupenda película The Blues Brothers.

La devoción de Aretha por el canto ha dado lugar a un estilo personal del soul que todavía hoy late con fuerza. Nació de una respetable cantante de soul y de un predicador. Ambos la animaban, junto a sus hermanas Carolyn y Enma, a pulir su voz y a liberar su alma cantando en el coro de la iglesia donde su padre predicaba. Allí se codearon con futuras figuras como Smokey Robinson y Sam Cooke. Su carrera estuvo a punto de verse truncada cuando se vió a los quince años como madre soltera. A los 17 ya tenía dos hijos en Detroit y un futuro por labrarse en Nueva York. Por eso en 1960 su abuela se hizo cargo de los chiquillos y facturó a la nieta en un autobús con destino a Manhattan donde grabó sus primeras canciones promocionales y atrajo la atención de los productores. Tras rechazar ofertas de la RCA y de la Motown, fichó por la Columbia, convencida por el cazatalentos John Hammond. Los años en la Columbia fueron difíciles; llevada a un terreno que desconocía, la música familiar para blancos, grabó diez álbumes con los que sólo consiguió un éxito com "Rock-a-bye your baby with a dixie melody".

No hay comentarios:

Publicar un comentario