viernes, 11 de marzo de 2011

TUS ALAS



Te voy a dar dos besos en la espalda; uno en cada herida,
¿Estas de acuerdo?.
Me gusta mucho la blancura de tu piel. se podria decir que
despierta mi apetito. Si te paso la mano por la curvatura de la
espalda, se me podria congelar la palma. Es lo malo de que yo
viva entre llamas y caldos hirvientes. Tu helada y yo, incendiado
de forma perpetua.

¿Es posible que los hijos de Dios se vuelvan unas desdichadas e
indefensas avecillas cuando se les arrancan las alas?.

Te voy a pasar la lengua por los orificios sangrantes. Eres muy
valiente. No lloraste cuando te atrape ni cuando con mis garras
desgarre dos partes de tu cuerpo. ¿Es que acaso vivir en los
Cielos te ha embriagado de felicidad, y en tu borrachera te has
olvidado de sentir dolor?

¿Por que hice todo esto?. Una travesura, nada más.

Siempre les he tenido envidia a los que son como tú. Me hubiera
gustado saber volar, pero en vez de eso me tuve que conformar
con vivir bajo la tierra, con la noche a cuestas como una manta
de la cual jamás me podre deshacer.

Entonces, te vi bajar a la Tierra, con tu gracia de ave, tus ojos
pequeños y transparentes, tu cuerpo como esulpido perfectamente
con la intencio matemática de que tus volúmenes de
carne entraran por mis ojos y se anidaran, como una infeccion de
amor, en mis testiculos. Hay que ver como se me hincho el
miembro de hielo con que mi creador castigó mi existencia.

Fue entonces que te salte encima y te traje aqui, a mi prision,
para que me acompañes.

Debo confesar que estaba dispuesto a pelear contigo
hasta las últimas consecuencias, pero me parece que
en ningun momento opusiste resistencia. ¿Se debe
a esa maldita costumbre de poner la otra meilla?
¿Quien te enseño esa mierda?

Al fin te corte las alas y las escondi, perfectamente
ocultas, en algun rincon de este infierno, y te amenacé
con no devolvértelas si antes no me proivocabas cinco
mil orgasmos en un plazo de cien años humanos. El primero yo
te lo robé. Te coloque bocarriba, con las piernas bien abiertas
y los brazos extendidos, igual que el hombre aquel de la Cruz, y
te los sujete con un hechizo blasfemo. Te viole, querida, como
como nunca antes lo hice con alguna mortal, cuando fui Sucubo. Acaricie
tus senos de nieve, tus pezones de diente de león con esta
lengua que hasta entre las ratas despierta asco. Te bese en la
boca con la desesperacion del cerdo que por primera vez tiene
a su alcanze una trufa.

Despues te di la vuelta y me fudi con tu cuerpo desde la
puerta de Sodoma. Mientras te profanaba, templo hermoso y
representacion femenina de tu Padre. Mujer del Cielo, al tiempo
que tu figura de gacela se retorcia de dolor bajo mi anatomia de
paria, pense que no existiria gusto más grande que derramar mi
simiente de demonio en el interior de un angel.

Y hoy, cuando ha transcurrido casi la centena de años y tu estás a
punto de provocarme el orgasmo número cinco mil, siento deseos
de hacerme a un lado y no eyacular. ¿Por que habria de devolverte
tus alas, mi Angel, si obligarte a sufrir me hace tan feliz?,

Pero en el último momento eres tú, quien a 4,900 orgasmos
nunca te resististequien me echa hacia atra de una patada.

Me ruegas, llorando, que no te abandone y que nunca cese de
poseerte y entonces entiendo que eres tú, mi amor, mi Demonia
divina, quien ha poseido a este Angel bastardo que ya olvidó
que alguna vez lo fué.

Pero Dios, que ha estado jugando ajedrez con el Diablo todo
este tiempo, te dice que no eres digna de su cariño, que nunca
una Ängel se lió con un Demonio. Lo mismo me dice Satanas y
nos retiran de si vista para terminar su partida.

Con nuestros pecados a cuestas, nos exiliamos hasta un
sueño, donde podamos engendrar a nuestro primogenito.
Un Ángel, un Diablo: un hombre.

Dejame darte un beso en esas cicatrizes donde alguna
vez estuvieron tus alas. Haz lo mismo con los huecos que
me quedaron en la frente después de que me arrancaran
los cuernos.

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