viernes, 26 de noviembre de 2010

BOB CARLOS CLARKE


Bob Carlos Clarke, nació en el condado de Cork en Irlanda en 1950, y falleció arrollado por un tren cerca de Barnes, en Londres, alrededor de las once y media de la mañana el pasado sábado. Yo había viajado en ese mismo tren solo dos horas antes. La policía dijo que “El incidente no había sido considerado sospechoso”. Fue el triste final de la carrera de un talentoso fotógrafo, quien vivía a unos pocos kilómetros en Chelsea, con su segunda esposa y su hija adolescente, y que había vendido recientemente su estudio en Battersea, también muy cerca, el año pasado.

A veces bromeaba diciendo que había ganado más dinero con la venta de bienes raíces que con la fotografía.
Carlos Clarke llegó a Inglaterra como estudiante en 1964, a la muy conocida y cara escuela privada Wellington Collage para luego matricularse como estudiante de arte en el West Sussex Collage of Art. Allí tomó la cámara para preguntarle a una chica si le gustaría posar para él, y unos años después ella se convirtió en su esposa, aunque el matrimonio no duró.

Después de tomar un curso en el London College of Printing, finalmente obtuvo una maestría en fotografía en el Royal College of Art en Londres, que en ese entonces era el único curso de postgrado de su categoría en el Reino Unido, en 1975. Mientras cursaba sus estudios comenzó a tomar fotos de la escena fetichista, lo que se iba a convertir en un aspecto importante de su obra. Carlos Clarke decía que su fotografía “no era un trabajo sino una adicción” y para él era una adicción tanto a las mujeres como a las fantasías sexuales. A menudo recurría a una analogía entre la fotografía y el sexo, en la que sugería que una buena sesión de retrato era similar a hacer el amor con la modelo. También frecuentemente aconsejaba al quienes se querían dedicar a la fotografía de desnudos: “Háganlo para acostarse con la modelo, pero también consigan un trabajo.”
Gran parte de la obra de Carlos Clarke se encontraba en la frontera entre el erotismo y la pornografía, atendiendo a sus fascinaciones a través de imágenes de jóvenes apenas vestidas con extrañas atuendos de hule y otras rarezas. Algo de esta energía (en general libre de hule, afortunadamente) se transmitió a sus retratos de celebridades como Liz Hurley, Jerry Hall, Rachel Weisz, Keith Richards, Marco Pierre White y Vine Jones, así como a su trabajo publicitario para clientes de la talla de Levi’s, Smirnoff, Volkswagen, Pirelli, Wallis Fashions y muchos otros.





















No hay comentarios:

Publicar un comentario