domingo, 6 de junio de 2010















han sido bastantes para aprender
a encajar con gracia y caer de pie
esconderlo dentro y llorar después
Por eso cuando dijo que no me quería
apreté los dientes dije que me iría.

1.000 pedazos
de mi corazón
volaron por toda la habitación

Se quedaron todos rotos por el suelo
uno fue a clavarse en su chaqueta de cuero
los cogí deprisa y me los guardé
por si hacían falta para otra vez
En medio de pecho quedó un agujero
para que no se viera puse mi sombrero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario